Los hogares europeos deben prepararse para hacer frente a una posible futura guerra o a emergencias derivadas de pandemias, desastres climáticos o ciberataques, entre otros acontecimientos sobrevenidos.

Eso es lo que pretende la Unión Europea (UE), según algunas de las directrices del documento ‘Estrategia de Preparación de la Unión’ que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó esta semana.

Bruselas insta a todos los hogares a que hagan acopio de productos de primera necesidad, de manera que tengan reservas de agua, alimentos, medicamentos y baterías para subsistir al menos 72 horas en el caso de que se desatara un conflicto bélico u otra catástrofe.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió que “un ataque contra Polonia o cualquier otro aliado” comportaría una respuesta “devastadora” de la Alianza Atlántica. El político neerlandés recordó que “Rusia es y sigue siendo la amenaza más significativa y más grave para nuestra alianza”. El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavro, ha rechazado las acusaciones que Rusia prepara una guerra contra Europa.

En este contexto belicista, la Unión Europea lanzó un plan de rearme del continente de aquí al 2030 de un monto de 800.000 millones de euros (equivalentes a unos US$875.000 millones).

Organizaciones europeas, señalan en un manifiesto que “El rearme de Europa no traerá la paz, no contribuirá a la distensión, sino que nos acercará aún más a la guerra. Los contextos militaristas suelen ir acompañados, además, de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales, originan miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos de represión y de autoritarismo, como ya se está empezando a ver”.

Manifiesto: ‘No nos resignamos al rearme y a la guerra en Europa’

¿Hay alguien, en Europa o en cualquier otra parte del mundo, que no quiera defender a sus seres queridos de una posible amenaza? ¿Que no desee alejar la sombra terrible de la violencia de su vida y la de los suyos? ¿Que no sueñe con un futuro en el que sus hijos e hijas, los de sus amigos y vecinas puedan vivir en paz, desarrollarse como personas, tener trabajos dignos, habitar un planeta habitable, tener un techo sobre sus cabezas, disfrutar de la cultura o de las relaciones sociales enriquecedoras y constructivas y vivir vidas libres de todo tipo de violencias?

La sociedad necesita la seguridad que da una sanidad y educación públicas de calidad para todas las personas, la juventud necesita una casa donde vivir, nuestros mayores no quieren ver peligrar su pensión y, sobre todo, no queremos que nuestros hijos y nietos vivan el horror de la guerra.

¿En qué medida exactamente contribuye a ese futuro en paz el aumento desenfrenado del gasto militar que se proponen aprobar los gobiernos europeos sin debate ciudadano, sin transparencia ni detalle y con urgencia? ¿Qué parte de esos miles de millones va destinada a mejorar la educación, la sanidad, la terrible situación de la vivienda, la precariedad en la cultura, la armonía medioambiental o la solidaridad internacional? ¿No sería necesario invertir en mayores esfuerzos políticos y diplomáticos que ante las amenazas de agresión busquen caminos de diálogo todavía no explorados?

¿Es estúpido, simplista o naif desear esto, defender la paz y la justicia social? ¿Es quizá más inteligente, elaborado y maduro creer que los vientos de guerra, el lenguaje belicista y la apuesta por las armas traerán un futuro mejor?

No, no nos resignamos a la guerra. El rearme de Europa no traerá la paz, no contribuirá a la distensión, sino que nos acercará aún más a la guerra. Los contextos militaristas suelen ir acompañados, además, de retrocesos en derechos, libertades y políticas sociales, originan miedo y alarma social, escenario idóneo para normalizar mecanismos de represión y de autoritarismo, como ya se está empezando a ver.

Nos preocupa que esta estrategia lleve a una larga guerra con Rusia, que sabemos que no es para defender el Derecho Internacional Humanitario, la libertad, los derechos humanos o para proteger a los más débiles. De ser así, la actitud frente a Netanyahu sería la misma que frente a Putin. Esta Europa que calla o, peor aún, apoya a Israel en su genocidio en Gaza y Cisjordarnia e incluso persigue a quienes lo denuncian, necesita redefinir claramente cuáles son esos valores comunes cuya defensa se plantea como justificación para el rearme.

La ciudadanía de nuestro país ha demostrado sobradamente en el pasado su compromiso con la paz y con las políticas antibelicistas. Forman parte de nuestra memoria colectiva reciente las multitudinarias manifestaciones en contra de la guerra de Irak impulsada de manera ilegal por el Gobierno de José María Aznar, el movimiento de rechazo a la permanencia de nuestro país en la OTAN que llegó a movilizar más del 43% del voto emitido en aquel lejano referéndum, o el movimiento de lucha contra el servicio militar obligatorio hasta su eliminación en el año 2001.

El aumento del gasto militar europeo -hasta 800.000 millones de euros en cuatro años- anunciado por la presidenta de la Comisión Ursula von der Leyen, se va a realizar a través de un mecanismo de excepcionalidad que evitará el debate en los parlamentos y, en general, la información clara y detallada a la ciudadanía europea.

No podemos ni queremos aceptar que el dinero de nuestros hospitales públicos, nuestras escuelas y nuestras Universidades públicas, nuestro sistema de atención a la dependencia, nuestras políticas de protección y de cobertura social para los momentos de dificultad, de lucha contra el cambio climático, la violencia machista, el racismo o de protección frente a emergencias, de cooperación, vaya a ser destinado a comprar tanques, fusiles, cazas y misiles para la guerra, porque así lo hayan decidido las élites belicistas que gobiernan actualmente Europa y los EEUU.

La verdadera seguridad que necesitamos es la seguridad vital que nos aportan con su sola existencia nuestras pensiones públicas, nuestros médicos y médicas de atención primaria, nuestros tratamientos gratuitos en hospitales públicos contra cualquier dolencia o enfermedad que nos afecte, nuestra formación garantizada en escuelas y Universidades públicas que nos dotan de igualdad, nuestro sistema de becas, nuestras prestaciones por desempleo en caso de necesidad, el Ingreso Mínimo Vital, nuestros bomberos y bomberas apagando incendios en nuestros montes o rescatando gente en nuestros pueblos y ciudades cuando se desata una emergencia, o el desarrollo y puesta en práctica de políticas públicas feministas que avancen en la defensa y protección de los derechos de las mujeres y en la lucha por la erradicación de las violencias machistas.

Los climas bélicos se diseñan en cómodos despachos, pero son los pueblos quienes pagan las consecuencias. Por ello, este momento es de extrema importancia para disipar la tensión creciente y defender un modelo de paz, de bienestar social y de ampliación de derechos para todos. El momento presente requiere de responsabilidad, políticas audaces, altura de miras y cultura de paz.

No nos resignamos a la guerra, porque no queremos la paz de los cementerios, porque la historia nos demuestra que el único camino realista para conseguir la paz no es militar, sino político. Pónganse manos a la obra y trabajen por la paz, se lo exigimos.

Primeras 800 organizaciones firmantes:
AIPAZ, Amalurra Elkartea, Antimilitaristes-MOC València, Asociación Pachamama, Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Leon, Asociación Paz con Dignidad, Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía – APDHA, Associació Catalana per la Pau, Associació Cultural Gualba CreActiva, Associació Cultural Joan Comorera (Blanes), Associació Cultural Plec, ASSOCIACIÓ CULTURAL ROIG, Associació de consum responsable La Vinagreta, Associació de Famílies d’alumnes Institut Ermessenda de Girona, Associació de Veïns de la Trinitat Nova, Associacio Dones Els Orriols, Associació ECOL3VNG (moneda social la Turuta), Associació Educació i Lleure Ubuntu, Associació Germanetes Jardins d’Emma, Associació Giracirc, Associació Grup Suport Com Vos, Associació humanista de les terres de ponent, Associacio Intercultural Dialegs de Dona, Associació La Troca, Associació Licor Fort Jazz, Associació Malgrat Acull, Associació Mar Endins, Associació Món Banyoles, Associació per la Solidaritat/Plataforma de Suport a les Persones Refugiades, Santa Coloma de Cervelló, Associació Totes Legals, Associació Veinal de Natzaret, Associació veïnal de Sarrià, Associació Veïns I Veïnes B.Els Orriols-Rascanya, Association Grèce France Résistance, Acció Catòlica Obrera (ACO), Acupuntoras Descalzas, Atarfe Sostenible, Ateneo de Dos Hermanas, Ateneo Rural Paulo Freire, Ateneo Varillas Leon, Ateneu Candela, Ateneu Popular La Tintorera, ATTAC Catalunya, ATTAC ESPAÑA, Aturem les guerres Bages, Aturem les Guerres Lleida, Aturem les Guerres Terrassa, Aurora, Avv Font d’en Fargues, Axarquía con Palestina Plataforma, AxT Agricultura pel Territori, Azalak Elkartea-Familias con afrodescendientes en lucha contra el racismo., Baladre. Coordinacioncontra la exclusion social, Banyoles Solidària, Barabara Educacio, SCCL, Bardenas Ya!, BASOA, BDS GALIZA, Berchmans C.V.X., Bi·Hotz Elkartea, Bidó de Nou Barris, Bienvenidxs Refugiadxs Málaga, bioTrèmol, Blogsostenible, Boca Ràdio, Bombers Indignats, Ca Revolta, Cádiz por la Noviolencia, Calala Fondo de Mujeres, Calcuta Ondoan, ONGD, Caminando Fronteras, Campamento Dignidad, CANARIAS INSUMISA, Caritas Diosesana de Catalunya, Caritas Esparreguera, Carne Cruda, Casa de cultura y participación ciudadana de Chamberí, Casa Serene La Joya, CASAL (Colectivo Autogestionario de Solidaridad entre el Área Latina), Casal d’amistat amb Cuba de Badalona, Casal Loiola Fundació Privada P. Martí Tusquets sj, CATALUNYA (XIDPICCAT), Cátedra UNESCO de Desenvolupament Humà Sostenible Universitat de Girona, Càtedra UNESCO de Desenvolupament Humà Sostenible Universitat de Girona, Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaume I de Castelló, CEIPAZ, Centra de los Trabajadores Argentinos, Autónoma, Barcelona, Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Centre Internacional Escarré per les Minories Ètniques i les Nacions (CIEMEN), Centro Cultural Lerchundi de Martil, Centro de Asesoría y Estudios Sociales (CAES), Centro de Documentacion de Mujeres Maite Albiz…

Siguen las firmas, en https://forms.komun.org/manifiesto-contra-el-rearme-y-la-guerra-en-europa

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