Notas de Radio – Programa Presencia y Memoria*

Les hablo desde Santiago de Chile. Este año se cumplieron 30 años de la Masacre de la UCA, de la Universidad Centroamericana, en El Salvador, y en ese contexto es bueno dar un vistazo al tema del entrenamiento que reciben nuestros soldados y policías, y también hablar del tema de la militarización en América Latina.

La Masacre de la UCA fue el 16 de noviembre de 1989, y en ese lugar, en El Salvador, fueron asesinados 6 sacerdotes jesuitas y dos mujeres.

Recordemos, primero, que de los 25 soldados que participaron en la masacre de la UCA, 19, escuche bien, 19, fueron entrenados y graduados en la Escuela de las Américas del Ejército de EEUU.

Sin duda, Estados Unidos tiene una responsabilidad muy grande en este crimen que hoy recordamos. También es responsable del Terrorismo de Estado que hemos vivido en América Latina. Tan solo en Argentina, 30 mil fueron asesinados y desaparecidos.

Lamentablemente, el entrenamiento en la Escuela de las Américas continúa hasta el día de hoy. Un promedio de 1500 militares y policías, al año, de muchos países de América Latina, siguen recibiendo entrenamiento en esta academia militar.

Obviamente, ese entrenamiento continúa con la misma lógica de la guerra, del enemigo interno, y de resolver los conflictos por medio de la violencia.

Pensamos que es muy difícil que la Escuela de las Américas y que los propios EEUU puedan enseñar democracia desde la mira de un fusil.

Es muy difícil que el ejército de EEUU, con un prontuario de asesinatos y guerras, enorme, enorme, pueda enseñar derechos humanos a las tropas de América Latina.

Es cosa de tiempo, especialmente cuando hay protestas sociales, es cuando podemos evaluar el comportamiento de las FFAA y de la policía.

Lamentablemente, veremos, en muchos países, que el ADN de las FFAA, de la policía, sigue siendo la Doctrina de la Seguridad Nacional, el Terrorismo de Estado, que aprendieron en la Escuela de las Américas de los Estados Unidos.

Ahora estamos viendo, con tristeza, con rabia, lo que pasó en Bolivia, donde fue determinante la presión que ejercieron las FFAA y la Policía quienes obligaron al Presidente Evo Morales a renunciar. Estamos ante la presencia de un “Golpe de Estado”.

Willams Kaliman, el comandante en jefe del Ejército de Bolivia, quien habló ante las cámaras de televisión, y pidió a Evo Morales renunciar, es un graduado de la Escuela de las Américas.

No nos sorprende. La Escuela de las Américas ha graduado a varios dictadores, asesinos, torturadores de nuestros pueblos.

Vamos a Colombia. Históricamente Colombia ha figurado como el principal país que más envía militares a la Escuela de las Américas. Y Colombia, lejos, lejos, es el lugar donde más violaciones a los derechos humanos se cometen.

Recientemente, el Ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, tuvo que renunciar por su responsabilidad en un nuevo “falso positivo”, sucedido el 31 de agosto pasado, en Caquetá, donde el Ejército colombiano asesinó a 18 niños y niñas en un bombardeo.

Entre los responsables directos, en este crimen, figura el Comandante en Jefe del Ejército Colombiano, Nicacio Martínez, también graduado de la Escuela de las Américas.

En octubre pasado, en Bruselas, Bélgica, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo García, y recientemente nombrado Ministro de Defensa, se reunió con el secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, en donde se siguieron las conversaciones para el fortalecimiento de la cooperación entre Colombia y la OTAN. Este un tema que nos debe preocupar a los latinoamericanos.

Hablemos sobre Chile. Después de Colombia es el segundo país que más uniformados envía a entrenamiento a la Escuela de las Américas del Ejército de EEUU.

Veamos una muestra del comportamiento de los militares y policías chilenos en estas semanas de intensas protestas sociales en Santiago y en todo el país.

De acuerdo a un Informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos -que va desde el 17 de octubre hasta el 10 de noviembre de 2019- el Instituto había presentado 5 querellas por homicidio, 52 querellas por Violencia Sexual; 192 querella por Torturas; y había contabilizado un total de 2009 personas heridas. En todos estos casos, detrás hay militares o policías involucrados cometiendo violaciones a los derechos humanos.

Y sobre Argentina, el año 2006, la Ministra de Defensa de entonces, Nilda Garre, decidió retirar las tropas argentinas del entrenamiento en la Escuela de las Américas. Fue muy importante esto para nosotros.

Sin embargo, se supo el año 2011, a consecuencia del conflicto de las “Valijas Diplomáticas”, que militares de EEUU viajaban a Argentina a dar capacitación a la Policía Federal. Lamentablemente, hemos visto fotos de la policía argentina actuando con mucha violencia contra la población.

Hablemos ahora de Bases Militares…

En Argentina, la periodista Telma Luzzani, público años atrás el libro: “Territorios vigilados”. En ese libro se dijo que existían 72 bases militares de EEUU y de la OTAN en América Latina. Sin embargo, las bases militares de EEUU han ido en aumento en nuestra región.

Por ejemplo, el 29 de mayo pasado, más de 50 organizaciones del pueblo de Neuquén, reunidos en una asamblea multisectorial, reafirmaron su compromiso para impedir la construcción de una base militar de EEUU en ese lugar.

Ellos no creen que esta sea una “Base Humanitaria”, es simplemente un disfraz, para meter los pies “en nuestro territorio” y seguir sus juegos de guerra.

En Chile, años atrás, el Comando Sur construyó en el Fuerte Aguayo, en Concón, una base militar para Entrenamiento para Operaciones de Paz. Suena muy bien la palabra paz. Sin embargo, todos podemos recordar Haití y lo que significaron las “Operaciones de Paz” para este país hermano.

En Ecuador, luego de muchos años en que se luchó y se logró cerrar la Base Militar de EEUU en Manta, el gobierno de Lenin Moreno, ha permitido que se abra en este país una “Oficina de Cooperación en Seguridad con EEUU”.

También se conoció que Ecuador permitirá que militares de EEUU puedan usar un aeropuerto, en las islas Galápagos.

Por otro lado, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció el “arriendo” de la Base Espacial de Alcántara para el uso de los Estados Unidos.

Al recordar los 30 años de la Masacre de la UCA y los miles y miles que fueron asesinados en El Salvador y por toda América Latina debemos reafirmar nuestra lucha por los derechos humanos y por el fin de la militarización de EEUU en América Latina.

Es por eso que los días 15 al 17 de noviembre, en Fort Benning, en Estados Unidos, donde hoy funciona la Escuela de las Américas, se realizaron protestas y actividades para recordar los 30 años de la UCA, y el derecho que todos tenemos a vivir en paz.

Para el Programa Radial “Presencia y Memoria”, Buenos Aires, Argentina, desde Chile, Pablo Ruiz.

*Estas notas de radio han sido publicadas en la Revista El Derecho de Vivir en Paz N°14.

Por Editor

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