Por Andrés Almeida, Interferencia

Laura Richardson y faenas de SQM.En política exterior difícilmente existen las casualidades, o al menos todo rima o termina rimando.

Entre el martes 18 y el viernes 21 de abril estuvo en Chile la generala Laura Richardson, quien es la jefa del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y quien viene declarando que el acceso al litio sudamericano es una de las prioridades estratégicas de la defensa -no de la diplomacia- de su país, en la competencia que tiene con China. Esto, además, ante los acuerdos de explotación de la empresa china CATL y Bolivia, que prácticamente dejó fuera a Estados Unidos de los más importantes salares del país andino.

Es la segunda vez que esta militar -con cuatro estrellas de generalato- viene a Chile en menos de un año. En esta ocasión, con el propósito -al menos público- de discutir la seguridad regional con generales chilenos y la ministra de Defensa Maya Fernández (PS), lo que en clave de defensa, significa advertir sobre las implicancias de acoplarse a China. Richardson también vino a visitar Punta Arenas -de donde es oriundo el presidente Gabriel Boric-, ante la posibilidad de que se concrete una base china en la Región de Magallanes, que le de a China acceso a la Antártica.

Al respecto, recomiendo leer este perfil político de Richardson que escribió Camilo Solís en Interferencia, en momentos en que la generala sugería cerrar los medios rusos RT Sputnik en América Latina, donde tienen 30 millones de seguidores; Laura Richardson: la jefa del Comando Sur de EE.UU. que pretende el litio sudamericano y que cierren Russia Today y Sputnik.

«A menos de dos años de su nombramiento, según distintos analistas y columnistas internacionales, Richardson se ha caracterizado por ejercer una labor comunicacional desde esa tribuna mucho más contundente, directa y polémica en términos de recobrar la influencia estadounidense sobre Sudamérica y el Caribe, hasta el punto de que algunos plantean que se trata de indicios de una suerte de nueva Doctrina Monroe», dice el artículo.

Esta visita a Chile tiene relación directa, además, con la visita inmediatamente anterior que realizó Richardson a Argentina, donde también discutió con militares argentinos y el ministro de Defensa Jorge Taiana (justicialista), los alcances del polo logístico que los argentinos quieren desarrollar en Tierra del Fuego, además de otros asuntos vinculados a compras militares y energía nuclear, y donde al parecer no se discutió el tema del litio, al menos de manera pública.

Sin embargo, su presencia en Chile se da justo en el momento en que Boric anunció la Política Nacional del Litio, momento en el cual hizo un claro guiño a los intereses estadounidenses, tal como recogió Joaquín Riffo en Tres claves de la Política Nacional del Litio: los 4/7 para la creación de una empresa estatal, el rol de Codelco y Enami, y los guiños a EE.UU., en Interferencia.

«Lo cierto es que durante su alocución desde las Ruinas de Huanchaca en Antofagasta, el presidente Gabriel Boric se dio el tiempo de agradecer las palabras de la Cámara Chilena Estadounidense de Comercio, AmCham Chile, siendo el único gremio de estas características al que el Presidente hizo referencia, escribe Riffo.

Según el artículo, la alusión era directa a las palabras de la gerenta general de AmCham Chile, Paula Estévez: «siendo representantes de una de las mayores inversiones extranjeras en el país, valoramos el anuncio de una nueva Política Nacional del Litio realizada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, y rescatamos la convocatoria a realizar un esfuerzo conjunto, público y privado, para el desarrollo de una industria con un gran potencial de creación de valor compartido’, según recogió Pulso.

Los observadores atentos de lo que está pasando con la Cancillería de Chile y el litio, no dejaron de notar el parecido de las palabras de Estévez, implícitamente asumidas por Boric, con lo que declaró Juan Gabriel Valdés (PS), el embajador de Chile en Estados Unidos, y que poco a poco, parecen doctrina oficial del Estado chileno;

“Mi principal mensaje es que sí, sí queremos inversiones estadounidenses, canadienses, occidentales en Chile, en la industria del litio. Tenemos una excelente relación comercial con China, que es nuestro principal socio comercial, pero queremos que nuestros minerales estratégicos, nuestro desarrollo estratégico, estén asociados con países con los cuales compartimos valores y una larga historia juntos”, dijo en la Cumbre SAFe en Washington DC, desatando la molestia del embajador chino en Chile, Niu Qingbao, y forzando matices por parte del canciller Albero van Klaveren (cercano al PPD).

Leer el artículo completo en Interferencia….

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