Por Julio Yao*
Los actuales enfrentamientos entre Israel y Palestina tienen su origen en la violencia étnica y los crímenes de guerra — con claros intentos de genocidio — cometidos sistemáticamente por el primero contra la población y los territorios ocupados de la segunda en Gaza, Cisjordania y Jerusalén.. Esta tragedia, que tiene raíces en la expulsión de los palestinos de sus tierras, primeramente desde 1948 por parte del Imperio Otomano y Gran Bretaña y a partir de 1948, cuando los palestinos sufrieron un plan sistemático de despojo, represión y explotación nunca antes visto.
Agresiones de Israel a Palestina.
Palestina declaró su independencia como Estado en Argel (Argelia), en 1988, y es reconocida como tal por 139 de los 193 miembros de la ONU. Es un “Estado no miembro” de la Organización, y es permanentemente bloqueado por Israel y sus aliados de Occidente, en primer lugar por EEUU. Resumamos algunas de las agresiones contra Palestina:
Guerra del Agua (1963-1967); Guerra de los Seis Días (1967); Operación Escudo Defensivo (2002); Operación Lluvia de Verano (2006); Operación Pilar Defensivo (2011); Operación Margen protector (2014); Marchas del Retorno (2018) (Hispan TV, Telesur, Rebelión).
A raíz de estas operaciones armadas, que se suceden a diario contra la población indefensa, han fallecido decenas de miles de palestinos, y otros tantos han sido encarcelados, despojados, mutilados y expulsados de sus viviendas y tierras.
Posición de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido víctima de las presiones de EEUU y Occidente y está paralizado. No obstante, en 1975, creó el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino. La Comisión Independiente de la ONU, presidida por el argentino Santiago Cantón, que se presentó en la 40ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, expresó que la Comisión “tiene bases razonables para creer que durante la Gran Marcha del Retorno (2018) los soldados israelíes cometieron violaciones de los derechos humanos y la ley humanitaria, en algunos casos constitutivas de crímenes de guerra o contra la humanidad”.
De igual forma, el Jefe de Operaciones de la ONU en Gaza, Robert Turner, ha calificado como acto criminal los bombardeos de Israel a escuelas bajo su responsabilidad, ya que en 33 oportunidades proporcionó a las autoridades israelíes la ubicación exacta de todas sus instalaciones.
Posición de Human Rights Watch (Observatorio de Derechos Humanos)
Human Rights Watch manifestó que las políticas duales de Israel habían privilegiado a los judíos israelíes mientras reprimían a los palestinos. «El hallazgo se basa en la política general del Gobierno israelí para mantener el dominio de los judíos israelíes sobre los palestinos y en los graves abusos cometidos contra los palestinos que viven en el territorio ocupado, incluida Jerusalén oriental», destacó HRW. «Negar a millones de palestinos sus derechos fundamentales, sin ninguna justificación legítima de seguridad y únicamente porque son palestinos y no judíos, no es simplemente una cuestión de ocupación abusiva». (Mostafa Alkharouf, Agencia Anadolu, Ankara, mayo 2021).
Tensiones en el Consejo de Seguridad de la ONU
La reunión de emergencia del Consejo de Seguridad terminó sin una declaración final debido a la oposición de EEUU al considerar que no sería útil para rebajar la escalada del conflicto. Los ataques aéreos que comenzaron el 10 de mayo dejan más de 60 personas muertas.
A falta de una resolución, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, pidió convocar al denominado Cuarteto de Medio Oriente: «Hoy hemos coincidido en que la tarea más urgente es la convocatoria del Cuarteto de mediadores internacionales: Rusia, EE. UU., la ONU y la Unión Europea», dijo Lavrov. El canciller ruso y el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, coincidieron en respaldar negociaciones para alcanzar la solución de dos Estados, Israel y Palestina, para que puedan coexistir sin violencia.
Posición de EEUU y Panamá
EEUU apoya a Israel mediante una diplomacia de fuerza sin preocuparse por la paz mundial. A EEUU jamás le ha interesado la suerte ni los derechos humanos de los palestinos ni de ningún otro pueblo, contrariando su engañoso slogan o lema de defensor de la democracia y la libertad.
Palestina es una nación secuestrada por un Estado terrorista, racista y genocida que preconiza una ideología (sionismo) afín al nazifascismo del que fueron víctimas bajo Adolfo Hitler. Pero ese trágico episodio — ese amargo recuerdo — no le impide a Israel practicar genocidio contra los palestinos, ya que toda anexión territorial implica la destrucción de sus habitantes y, lo que es peor: para justificar su opresión, enarbolan el mito de la “Tierra Prometida”.
Lamentablemente, según reza el Comunicado de la cancillería (12 de mayo de 2021), Panamá reproduce a pie juntillas la actitud hipócrita de EEUU y trata en pie de igualdad a opresores y oprimidos: “Panamá condena de la manera más enérgica el lanzamiento de misiles desde Gaza a Israel. Por otra parte, el derecho de Israel de proteger a sus civiles debe ser proporcional y con una máxima contención en el uso de la fuerza.”
Por primera vez, Hamas lanza en defensa propia modestamente 130 proyectiles hacia la capital de Israel, lo cual servirá de pretexto para que los sionistas, por su superioridad militar, borren del mapa a los palestinos y se queden con todos sus territorios. En otras palabras, Panamá condena a Hamas por defenderse de los terroristas y verdugos, en tanto que le ruega a Israel que, ¡por favor! sean compasivos con los pobrecitos palestinos.
Pero Palestina no necesita compasión sino solidaridad, como una vez Palestina se la brindó a Panamá.
Julio Yao, Analista Internacional, Presidente Honorario y Presidente Encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá (CEEAP), ex Agente de Panamá ante la Corte Internacional de Justicia y miembro de la Coordinadora Panameña de Solidaridad con Palestina (COPASOLPA). Tambén es colaborador de nuestra Revista El Derecho de Vivir en Paz