(English below)
Por Amy Goodman y Denis Moynihan
Israel sigue bombardeando la Franja de Gaza, al tiempo que los palestinos que se encuentran allí atrapados comparten en tiempo real videos de su propio exterminio. El número estimado de muertes que los bombardeos israelíes han provocado en Gaza desde el 7 de octubre ha superado los 28.000, incluidos 11.500 niños y niñas, y se presume que unas 8.000 personas que han sido reportadas como desaparecidas han fallecido y se encuentran enterradas entre los escombros. Asimismo, el número de heridos asciende a 67.000. A pesar de que la Corte Internacional de Justicia ordenó el 26 de enero a Israel tomar todas las medidas a su alcance para impedir un genocidio en Gaza, los ataques israelíes se han intensificado.
Las gestiones diplomáticas del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para lograr una pausa en las hostilidades a cambio de que se liberen todos los rehenes israelíes retenidos en el enclave palestino recibieron el rechazo del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien prometió luchar hasta alcanzar la “victoria absoluta” sobre Hamás en Gaza. Netanyahu enfrenta una presión cada vez mayor por parte de las familias de los rehenes y de las personas aliadas de su causa, muchos de los cuales están a favor de dicho acuerdo.
Durante una conferencia de prensa que brindaron varios exrehenes israelíes, una mujer de 72 años llamada Adina Moshe se dirigió a Netanyahu y expresó: “Temo que si se sigue por este camino de destruir a Hamás, no habrá más rehenes [israelíes] para liberar”.
Mientras tanto, en Estados Unidos se están viendo las consecuencias políticas del apoyo incondicional del presidente Joe Biden al ataque de Israel contra la Franja de Gaza.
La semana pasada, el secretario de Estado, Antony Blinken, participó en una reunión sobre Gaza que se llevó a cabo en Washington D.C. Entre los invitados se encontraba el Dr. Tariq Haddad, cardiólogo y miembro de la coalición Virginia Coalition for Human Rights. Haddad, quien creció en Gaza, decidió a último momento no asistir a la reunión.
En su lugar, le envió a Blinken una desgarradora carta de doce páginas que comenzaba de la siguiente manera: “Tras haber analizado el asunto muchas veces, he llegado a la conclusión de que, sabiendo que las políticas de este Gobierno han sido responsables de la muerte de más de 80 miembros de mi familia, incluidos decenas de niños y niñas, del sufrimiento de los cientos de miembros de mi familia que aún siguen con vida, de la hambruna a la que está sometida actualmente mi familia y de la destrucción de los hogares de todos los miembros de mi familia, mi conciencia no me permite reunirme hoy con ustedes”.
Cuando Tariq Haddad conversó con Democracy Now! varios días después de haber escrito la carta, el número de sus familiares muertos había aumentado.
Durante dicha conversación, en la que más de una vez tuvo un nudo en la garganta, Haddad dijo: “En este momento unos cien miembros de mi familia han perdido la vida, incluidos médicos, farmacéuticos, abogados, ingenieros, decenas y decenas de niños y niñas, y varios bebés pequeños. […] El 25 de octubre, diez miembros de mi familia, las tres generaciones de un lado de mi familia, murieron. Mi primo Jamal El-Farra; su hijo médico, el Dr. Tawfiq El-Farra; su esposa, que estaba embarazada; dos de sus hermosas hijas, Reem y Hala; el hermano de Jamal, Esam; su esposa Semad y sus hijas, Rusul, Tuqa y Nadian. Todos, varias generaciones murieron en un bombardeo israelí. Tuqa, una de las mujeres más jóvenes de la familia, murió en el día de su boda”.
Esta columna no cuenta con el espacio suficiente para incluir la lista completa de los familiares de Tariq Haddad que han muerto en Gaza desde el 7 de octubre. Su carta estaba ilustrada con las fotografías de muchos de sus familiares muertos, que habían sido tomadas cuando aún estaban con vida. En las fotografías se los puede ver sonriendo, celebrando matrimonios, nacimientos y logros académicos, todo a pesar del brutal asedio que Israel impuso sobre Gaza en 2006.
Sin embargo, Haddad no es el único que sufre angustia. Michigan, un estado que es decisivo para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, alberga una de las comunidades árabe-estadounidenses más grandes del país. Muchos miembros de esta comunidad, que siempre han votado al Partido Demócrata, ahora dicen no poder respaldar a Joe Biden en las elecciones primarias del 27 de febrero. Los asesores de campaña de Biden están cada vez más preocupados por este asunto.
A finales de enero, en el estado de Michigan, el alcalde de la ciudad de Dearborn, Abdullah Hammoud, quien además es el primer musulmán en ser elegido para ocupar dicho cargo, se negó a reunirse con la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez.
Durante una charla con Democracy Now!, el alcalde Hammoud expresó: “La gente se siente traicionada. En 2020 nos prometieron un presidente que devolvería la decencia a la Casa Blanca, que lideraría con humanidad. Y lo que hemos visto desde el 7 de octubre es todo lo contrario. Hemos visto un alineamiento con Benjamín Netanyahu y con el Gobierno más derechista de la historia de Israel. No podemos, por más que lo intentemos, entender el porqué”.
El alcalde Hammoud está liderando una iniciativa que tiene como finalidad presionar a Biden para que exija un alto el fuego inmediato en Gaza. El sitio web de la iniciativa, ListenToMichigan.com, publicó un comunicado que firmaron más de treinta funcionarios demócratas electos, el cual decía: “Los votantes de Michigan le están enviando a Biden un mensaje claro: no cuente con nosotros en las elecciones primarias del Partido Demócrata del 27 de febrero. Seleccionaremos la opción ‘NO COMPROMETIDO‘ porque rechazamos firmemente la financiación de la guerra por parte de Biden y el genocidio en Gaza. […] Biden deberá cambiar drásticamente de política para ganarse nuestro voto”. La opción “NO COMPROMETIDO” indica que los votantes apoyan al partido, pero no están a favor de ninguno de los candidatos que aparecen en la boleta de votación.
El jueves, la Casa Blanca envió a Michigan una delegación encabezada por la directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Samantha Power, para que se reunieran con miembros de la comunidad árabe-estadounidense y musulmana del estado.
Si Biden quiere detener su pérdida de apoyo electoral, todo lo que tiene que hacer es detener la sangrante pérdida de vidas palestinas en Gaza, dejar de armar a Israel y exigir un alto el fuego inmediato en la Franja.
© 2024 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Biden’s Support for Israel’s War May Cost Him Reelection
By Amy Goodman & Denis Moynihan
Israel’s bombardment of Gaza continues, as Palestinians trapped there share videos of their own annihilation in real time. The estimated death toll in Gaza since Israel’s military assault began on October 7th has exceeded 28,000, including 11,500 children, with an additional 8,000 people missing and presumed dead, buried beneath the rubble. Another 67,000, at least, have been injured. Despite the International Court of Justice’s January 26th provisional orders to Israel to prevent genocide in Gaza, Israel’s assault has intensified.
Secretary of State Antony Blinken’s diplomatic efforts seeking a pause in hostilities in exchange for a complete release of Israeli hostages held in Gaza was rebuffed by Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu, pledging “total victory” over Hamas in Gaza. Netanyahu is facing increasing pressure from the families of the hostages and their allies, many of whom want such a deal.
“I am very afraid that if you continue on this path, to dismantle Hamas, there will be no more hostages to release,” Adina Moshe, 72, said this week, addressing Netanyahu through a news conference with other former hostages.
Meanwhile, in the United States, the political consequences of President Joe Biden’s unreserved support for Israel’s assault on Gaza are emerging.
Last week, Secretary of State Antony Blinken participated in a roundtable discussion on Gaza in Washington, DC. Among those invited was Dr. Tariq Haddad, a cardiologist and member of the Virginia Coalition for Human Rights. He grew up in Gaza.
Haddad decided at the last minute not to attend. Instead, he sent Blinken a heart-wrenching, 12-page letter. It opened,
“After a lot of soul-searching, I have decided that I cannot in good conscience meet with you today, knowing this administration’s policies have been responsible for the death of over 80 of my family members including dozens of children, the suffering of hundreds of my remaining family, the famine my family is currently subjected to and the destruction of all my family’s homes.”
By the time Tariq Haddad appeared on the Democracy Now! news hour, several days later, his family’s death toll had climbed.
“I’ve had about a hundred family members at this point who have been killed, including physicians, pharmacists, lawyers, engineers, dozens and dozens of children, multiple small babies,” Haddad said, choking up several times.
“On October 25th, 10 members of my family, all three generations of one side of my family, were all killed. My cousin Jamal El-Farra, his son, who is a physician, Dr. Tawfiq El-Farra, his wife who was pregnant, two of their beautiful daughters, Reem and Hala, Jamal’s brother Esam, wife Semad, and their daughters, Rusul, Tuqa and Nadian, all, multiple generations all killed in one Israeli missile strike. Tuqa, one of the younger women in the family, her wedding date was the day she was killed.”
Space does not allow for Tariq Haddad’s full account of family killed in Gaza since October 7th. His letter was illustrated with photos of many of those killed, while they were still living: smiling, celebrating marriages, births, and academic achievements, all despite Israel’s brutal siege imposed on Gaza in 2006.
Haddad is not alone in his anguish. The critical electoral swing state of Michigan is home to one of the largest Arab American populations in the United States. Many of them are lifelong Democratic voters who are now saying they can’t support Joe Biden in the upcoming election. Biden’s campaign advisors are getting worried.
In late January, Abdullah Hammoud, the mayor of Dearborn, Michigan and the first Muslim elected to that office, refused to meet with Biden campaign manager Julie Chávez Rodríguez.
“People feel betrayed,” Mayor Hammoud said on Democracy Now! “We were promised in 2020 a president who was going to bring back decency to the White House, who led with humanity. And what we’ve seen since October 7th is anything but. We have seen an alignment with Benjamin Netanyahu and the most right-wing government in Israel’s history. We cannot, for the life of us, understand why.”
Hammoud is leading a movement to pressure Biden to demand an immediate ceasefire. “Michigan voters are sending Biden a clear message in the February 27 Democratic primary that he can count us out,” the movement’s website, ListenToMichigan.com, states. “We are filling out the UNCOMMITTED bubble because we strongly reject Biden’s funding war and genocide in Gaza…Biden must earn our vote through a dramatic change in policy.” Over thirty elected Democratic officials signed the announcement.
On Thursday, the White House dispatched a delegation, lead by US Agency for International Development head Samantha Power, to meet members of Michigan’s Arab American and Muslim communities.
If Biden wants to stop hemorrhaging electoral support, all he needs to do is stop the hemorrhaging of actual Palestinian blood in Gaza, stop arming Israel, and demand an immediate ceasefire.
https://www.democracynow.org/2024/2/8/bidens_support_for_israels_war_may