Este 3 de julio pasado, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez, quien investiga causas por violaciones a los derechos humanos, condenó a 15 años y un día, por homicidio calificado, y a 3 años y un día, por secuestro simple, a los responsables del crimen del cantautor Víctor Jara y de Littré Quiroga.
Los condenados son los ex militares Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vásquez. Dos de los condenados, Jofre y Dimter son graduados de la Escuela de las Américas.
Littré Quiroga fue Director General del Servicio de Prisiones al momento del Golpe Militar en Chile, y se entregó sin resistencia a funcionarios de Carabineros, siendo enviado al Regimiento Blindado Nº2 y al Estadio Chile. El 13 de septiembre de 1973, fue ultimado por oficiales de Ejército.
Víctor Jara, uno de los cantautores latinoamericanos más importantes de este siglo, fue músico, maestro, director teatral y activista social. Entre muchas de sus canciones Víctor Jara cantó el himno de la paz de Pete Seeger, “If I Had a Hammer”.
Víctor Jara fue parte de la Nueva Canción Chilena un movimiento musical que nació en años sesenta y que no sólo recuperó la música folklórica chilena sino que le dio contenido y compromiso social.
“No creo que ser cantor revolucionario signifique sólo cantar canciones políticas. Profundamente revolucionario es salvar los valores de nuestros pueblos de la penetración imperialista. El canto mapuche, el canto quechua, el canto aymará, tienen tareas que cumplir en las transformaciones de nuestro continente”, dijo Víctor Jara.
Fue asesinado el 15 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile. Su cuerpo fue abandonado en la calle, y encontrado acribillado con 44 balas y signos de haber sido torturado.
Otro de los responsable del crimen de Víctor Jara, y quien se encuentra en rebeldía, es Pedro Barrientos, graduado de la Escuela de las Américas, fue identificado como uno de los autores materiales del homicidio. Barrientos huyó a EEUU en 1989 y hoy es ciudadano estadounidense y se radica en el estado de Florida.
El 2016, un tribunal federal de Orlando, Estados Unidos, determinó que Barrientos es culpable de tortura y asesinato extrajudicial de Víctor Jara y resolvió condenarlo a pagar una compensación por daños y perjuicios a sus familiares.
Sin embargo, Pedro Barrientos sigue libre en EEUU y la justicia estadounidense no ha dado luz verde a la solicitud de extradición que la justicia chilena pidió el año 2014.
La académica de EEUU Patrice McSherry, ha señalado que EEUU “no ha demostrado mucha voluntad para esclarecer casos claves de América Latina y ha sido muy lento en enviar a sus países a personas que han sido encontradas culpables” agregando que “Hay ramas de EEUU que son muy poderosas, como la CIA y el Pentágono, que no quieren esclarecer el pasado”.
En el caso de Chile, menciona también el pedido de extradición a EEUU de Armando Fernández Larios, graduado de la Escuela de las Américas, condenado a corta prisión en EEUU por el atentado con carro bomba, en Washington DC, en 1976, y que le costó la vida a Orlando Letelier y Ronni Moffitt. También, la solicitud de extradición de Michael Townley, el asesino estadounidense-chileno de la Operación Cóndor, quien aparentemente está libre en EEUU bajo una identidad distinta.
El 2006, una delegación de SOA Watch, compuesta por Roy Bourgeois, Lisa Sullivan, Carlos Mauricio y Linda Panetta, visitó por primera vez Chile y se reunió con su viuda, Joan Jara Turner, expresándole a nombre de nuestra organización su apoyo y solidaridad por Víctor Jara y los más de 3200 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos que hubo en Chile en la dictadura militar de Pinochet.
Víctor Jara, es uno de los miles y miles de compañeros que han estado presentes en las vigilias, en nuestras protestas, y en la historia de nuestro movimiento que desde el comienzo y hasta el final, seguirá apoyando las demandas de verdad y justicia de las agrupaciones, hijos, familiares, de todas y todos nuestros detenidos y desaparecidos.
En Solidaridad,
SOA Watch